Ayúdanos a cubrir los gastos médicos de Nadia para que esté de regreso en su Bici!

Buen día!
Quiero compartir con ustedes la siguiente noticia. El día 18 de mayo del 2018, mi hermana, Nadia Rosso, sufrió un accidente en bicicleta, mientras regresaba a casa del trabajo fue atropellada por un tráiler. El incidente ocurrió sobre la avenida Vallejo esquina Poniente 134. Ella manejaba sobre el primer carril y en el segundo carril venía el tráiler a gran velocidad, al llegar a la esquina éste comenzó a girar y con la parte trasera del semiremolque la golpeó, la aventó al piso y la arrastró bajo su llanta por varios metros sobre el pavimento. El lado derecho de su cuerpo resultó ser la parte más dañada. El conductor al ver a Nadia pensó que la había matado e intentó darse a la fuga. Gracias a que los transeúntes llamaron rápidamente a la ambulancia, Nadia pudo ser atendida a tiempo y conservar su vida.

Al llegar al lugar del accidente, la encontré herida y sangrando en el pavimento, tanto ella como su bicicleta se encontraban aún debajo del tráiler. Durante todo ese tiempo ella permaneció consciente y cooperando con las personas que la ayudaron a contactarnos, por lo que pudo ver claramente la terrible escena y la gravedad de sus heridas. Minutos después llegó la ambulancia para trasladarla al hospital, en donde fue intervenida de emergencia. Su diagnóstico inicial fue: contusiones de tercer grado en todo el cuerpo, esguince de tercer grado de cervicales, fractura expuesta de húmero y fractura de cadera, junto con desprendimiento de piel, tejidos y desgarre muscular, desde la rodilla hasta el abdomen. Tras seis largas horas de espera y angustia, los médicos nos informaron que las primeras tres horas de la cirugía se ocuparon en limpiar sus heridas y retirar restos de piedras, basura y tierra. Así mismo, nos comunicaron que su estado era muy grave, la mayor preocupación fue evitar una sepsis o una trombosis, las cuales podían resultar fatales. También nos informaron que había una alta probabilidad de que perdiera la pierna. Fue inmediatamente ingresada al área de cuidados intensivos puesto que aún no se encontraba fuera de peligro.

Transcurridas 72 horas, el riesgo de sepsis era menor, por lo cual su médico ortopedista inició los tratamientos de su brazo, cadera y cervicales. Por su parte, el médico cirujano nos comunicó que había una aparente mejora en su pierna y que, si no aparecían signos de infección, podría ser salvada y se podría rescatar una pequeña porción de piel de su muslo. Para el área restante necesitaría injertos de piel. Así, el pronóstico fue mejorando pero teniendo claro que sería un proceso muy largo, ya que necesitaría varias cirugías más para cubrir y reparar en su totalidad la parte herida (desde la rodilla hasta el abdomen). De igual forma, para fijar las fracturas también serían necesarias otras tantas intervenciones.

Hasta ese momento, aparentemente, el estado de salud física de Nadia se veía estable. Sien embargo, unos días después, comenzamos a notar irregularidades en las secreciones de la pierna y el abdomen, se lo hicimos notar a su médico cirujano pero éste respondía que todo estaba dentro de lo normal. Al ver que las irregularidades persistían, pedimos la opinión de una cirujana externa recomendada. Su diagnóstico fue que presentaba una fuerte infección causada por falta de higiene y descuido del personal del hospital. Frente a esto, presentamos una queja formal al hospital y solicitamos a sus médicos tratantes que la atendieran debidamente, sin embargo, tampoco recibimos una respuesta positiva. Pasados unos días, el estado de salud de Nadia se agravó considerablemente, por lo que nos vimos obligadas a iniciar los trámites para trasladarla a otro hospital.

El sábado 2 de junio, logramos cambiarla de hospital. Al llegar, fue ingresada de emergencia a quirófano para atender sus heridas puesto que la infección ya se encontraba en estado avanzado, corriendo el riesgo de que pasara al torrente sanguíneo e infectara todo su cuerpo. A partir de ese momento, le conectaron un sistema de succión para optimizar el cuidado de sus heridas. No obstante, la fuerte infección de sus heridas persiste y, por consiguiente, el riesgo de sepsis generalizada, también.

Por otro lado, como era de esperarse, estar hospitalizada y en cama sin poder moverse durante un mes, le trajo aún más complicaciones: escaras, terribles reacciones alérgicas a los fuertes medicamentos, severas contracturas musculares, anemia y descompensación total de su metabolismo al punto de que solo recibe alimento vía catéter, entre otras afecciones.

La más reciente y grave complicación, ocurrió el lunes 11 de junio, día en que recibí una llamada del médico para informarnos que gracias a una tomografía habían descubierto que tenía agua en los pulmones y que le faltaba la respiración, por lo que requerían autorización para una cirugía de emergencia, la cual consistía en poner una sonda en cada pulmón para drenar el agua. Esta situación empeoró considerablemente su estado de salud física. Al día de hoy, ella continúa en estado crítico y siendo atendida en el área de cuidados intensivos.

Me gustaría con admiración compartirles que pese al dolor, la inmovilidad y todas las dificultades que por un mes ha tenido que enfrentar mi hermana, ella mantiene voluntad y fuerza para alcanzar su recuperación. Lo cierto es que nos preocupa su estado emocional, pues pese a que desde que ocurrió el accidente luchó por sobrevivir, aún se encuentra en un estado de shock debido a la experiencia traumática que vivió y a la dolorosa estancia en el hospital. También para nuestra familia y personas cercanas ha sido una experiencia emocionalmente difícil. A todo esto hay que agregar que a un mes de cirugías y hospitalizaciones, y todavía con un diagnóstico adverso para Nadia, la cuestión económica se nos complica más debido a que el seguro del trailer se niega a cubrir sus gastos médicos, dejándole a mi familia toda la carga económica. Conozco la labor social y comprometida que ha tenido mi hermana y, a sabiendas que en su trayectoria ha creado redes importantes de cariño, solidaridad y lucha, recurro a ustedes, colectivas feministas, agrupaciones ciclistas, compañeras, amigas y personas cercanas a Nadia, para pedirles su apoyo ya que necesitamos recaudar dinero para continuar solventando la atención quirúrgica de mi hermana, de la cual depende su vida y la recuperación de su pierna.

Quienes puedan colaborar económicamente, pueden hacerlo a través de la cuenta familiar que hemos abierto, como depósito o transferencia bancaria en BBVA Bancomer: 2897747896, clabe interbancaria 012180028977478969. O en caso de encontrarse en el extranjero o no tener fácil acceso para transferencias, pueden hacerlo en Paypal:paypal.me/DaphneOlarte. Ésta última opción cobra comisiones bastante altas, por lo que si se encuentran en México es preferible usar la cuenta bancaria.
Así mismo, quienes prefieran donar mediante giros de dinero desde el extranjero, pueden comunicarse conmigo para brindarles los datos necesarios.

Les pido que circulen esta noticia para hacerla llegar a todas las personas interesadas. De todo corazón, mil gracias.