Ayuda a Eduardo a caminar nuevamente

Hola y gracias por tomarse el tiempo de visitar esta campaña de recaudación de fondos y darles la oportunidad de contarles mi historia. Mi nombre es Eduardo Solórzano tengo 29 años de edad vivo en Honduras y desde hace un poco más de dos años sufro de paraplejia por una herida de bala en mi médula espinal a nivel T2 de mi columna torácica que es una parálisis desde el pecho hasta los pies en donde he perdido la sensibilidad y capacidad motora de toda esa región. Mi vida cambio el 24 de Julio del 2016, cuando poco tiempo después de haberme graduado de la universidad como médico general sucedió. Era un domingo por la mañana mi madre y yo fuimos al apartamento de mi hermana para ayudarla con la mudanza, en el complejo de apartamento hay una caseta de seguridad con unos guardias ubicada en el portón de entrada en donde uno se identifica para poder acceder al complejo.

Ese día todo parecía normal, pero uno de los guardias de seguridad privada de estaba actuando de forma muy extraña y se acercó al carro en el que andábamos y con su arma de fuego en mano me apunto a nivel de mi clavícula izquierda luego empezó a balbucear cosas sin sentido sobre un pago para poder entrar, que a quien veníamos a visitar y que solo teníamos 20 minutos para entrar y salir. Nosotros le explicamos el motivo de nuestra visita e intentamos tranquilizar al guardia aceptando sus ridículas demandas para poder alejarnos, pero en el momento en que se abrió el portón eléctrico del complejo el guardia sin decir nada me disparó con su revolver en ese instante dejé de sentir mis brazos y piernas por lo que caí en las piernas de mi madre que estaba en el asiento del pasajero. Mi madre salió a buscar ayuda y me quedé solo en el vehículo poco tiempo después el guardia que me había disparado regresó e intentó sacarme del carro diciéndome que no me pasó nada, al no poder sacarme empieza a decirle a alguien quien le estaba diciendo que me dejara, que de todas formas ya estaba muriendo y que me dispararía en la cabeza por gracia de Dios alguien logró disuadirlo y no me disparó por segunda vez.

Mi madre regresó con mi hermana y con la ayuda del personal de mantenimiento del complejo de apartamentos que estaban cerca de allí lograron pasarme a los asientos del carro de atrás, luego mi madre me llevó al hospital a la sala de emergencia en donde me hicieron una cirugía para extraer la bala y otros estudios de imagen. Al despertar después de la operación me explicaron todos los daños del evento, terminé con mi clavícula izquierda fracturada, derrame en el pulmón izquierdo y la lesión de la médula espinal a nivel de la vértebra T2. Mi estadía en el hospital fue de cerca de dos semanas y regresé a mi casa en poco tiempo. Es en ese momento donde mi viaje inicia y donde según los doctores no volveré a caminar y tampoco recuperaré la sensibilidad que perdí.

Las secuelas que deja la lesión medular en mi cambian toda mi vida y la de mi familia, por lo que mi madre se jubila para poder cuidar de mí, mi novia se muda con nosotros para cuidarme también, pierdo toda habilidad de controlar mis esfínteres por lo que me ponen una sonda urinaria y para defecar necesito asistencia, tengo problemas con mi presión arterial la cual baja al cambiar de posición como al sentarme, no puedo mantenerme sentado sin un respaldar porque mis músculos paralizados del tronco no pueden ayudarme a mantener el equilibrio, sufro de espasmos musculares en las piernas que me causan temblores y doy patadas de forma involuntaria y de dolores neuropáticos en los brazos.

A pesar de todo, intento mantenerme positivo durante mucho tiempo con la esperanza de un milagro por lo cual empiezo mi rehabilitación a pesar de las dificultades, logro poder sentarme en una silla de ruedas y pasarme de la cama a la silla con poca asistencia, mejoro mi destreza manual y aumento mi fuerza en los brazos. Aprendo a vivir con mi condición hasta cierto punto siempre con la esperanza de poder curarme por completo y es aquí que durante el tiempo de rehabilitación sin éxito en mi país, que investigamos por algún procedimiento, sea experimental o no, en el cual nos garanticen mejorías o hasta una completa rehabilitación y es aquí en donde encontramos la operación de estimulación epidural que tiene bastantes historias de éxito y mejorías en las personas que se han sometido a ella, el principal obstáculo ahora es el dinero para el procedimiento y que se realiza en Bangkok, Tailandia; es por esto que le solicito ayuda a todo el mundo a pesar de que no nos conocemos espero que mi historia llegue a muchas personas y con ello recaudar el dinero suficiente para poder operarme y así rehabilitarme para ser capaz de cumplir mi meta de dedicarme a mi profesión como Médico. No importa la cantidad con la que puedan colaborar, cualquiera que sea, será de mucha ayuda y estaré eternamente agradecido con su bondad.