Una historia de lucha y amor
Imanol a sus diez años ha tenido una vida de retos que no sólo ha fortalecido su determinación de vivir y ser feliz, si no que ha demostrado su entereza para no darse nunca por vencido. Hoy, atraviesa una prueba más, con gran voluntad para recuperarse, lenta y dolorosamente, después de sufrir una descarga eléctrica.
El pasado 19 de mayo, Imanol al llegar de la escuela salió al balcón para saludar a su amigo y vecino, Paulo. Los niños están hablando en el balcón cuando escuchan un trueno y ven una luz cegadora. Imanol dice "escuché un trueno, luego sólo escuchaba mi corazón latir y cuando desperté Ana me estaba quitando la playera incendiada, le decía: no me quiero morir... no sé qué pasó."
A un metro aproximadamente del balcón pasan los cables de la CFE y hay un transformador a unos 3 mts. Esto formó un arco voltaico y el choque eléctrico causó quemaduras severas a ambos niños. Imanol sufrió quemaduras en la totalidad de su brazo derecho, tórax, mano izquierda, codo y cara. Está siendo atendido en el Hospital Infantil de Xochimilco en el área especializada de niños quemados. Aunque está evolucionando favorablemente, el proceso es lento y requiere mucha atención especializada, dedicación, medicamentos y terapias. A pesar de toda la disposición de su tío Francisco por darle los mejores tratamientos, requiere el apoyo de la comunidad y amigos para hacer frente a los largos y costosos tratamientos que requiere Imanol. La comunidad escolar, nos unimos para apoyar a uno de nuestros niños y esperamos que nuestros amigos y conocidos se sumen a esta causa.
Imanol nació en la Ciudad de México en el 2007. Tuvo la fortuna de llegar al hogar formado por José Luis Purón y Marcela Blancarte, en adopción a los 5 meses de edad. Fue recibido con gran ilusión, alegría y amor por el nuevo integrante, que habían esperado con mucho cariño desde años atrás.
Cuando Imanol tenía tres años, su papá perdió la vida en una lucha contra una extraña enfermedad en el hígado. Marce, su mamá, se siguió haciendo cargo de él con mucha dedicación y cariño hasta que cumplió cinco años, cuando ella se tuvo que someter a una intervención quirúrgica de su matriz. Durante la operación hubo una complicación por alergia a un medicamento y desafortunadamente falleció.
Francisco, su tío, se convirtió en su tutor. Imano, a pesar de estas grandes pérdidas, ha enfrentado la vida con alegría, siendo en palabras de su tío "un hijo obediente y cada vez más dedicado a ser feliz", pero la vida le ha puesto un reto más... Los donativos que se recauden serán enteramente utilizados para la recuperación de Imanol.
¡Ayudemos a Imanol a superar este evento y que pueda seguir siendo el niño alegre, optimista e inquebrantable que es!
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